Pero empiezo por el final:
Not Waving But Drowning
Nobody heard him, the dead man,
But still he lay moaning:
I was much further out than you thought
And not waving but drowning.
Poor chap, he always loved larking
And now he's dead
It must have been too cold for him his heart gave way,
They said.
Oh, no no no, it was too cold always
(Still the dead one lay moaning)
I was much too far out all my life
And not waving but
drowning.
Stevie Smith
La obra de la poeta y novelista Florence Margaret Smith (Kingston upon Hull, 20 de septiembre
de 1902; Londres, 7 de marzo de 1971), más
conocida por su seudónimo, fruto de un apodo amistoso, Stevie Smith, se caracteriza por una personal oscilación entre la
simplicidad y la sofisticación, lo coloquial y lo formal, emplea tanto las formas tradicionales como
las formas libres y presenta una influencia reconocible deWilliam
Blake y Edward Lear. El tono de su poesía fluctúa entre la ironía y la melancolía (según
Larkin sus poemas poseen “la autoridad de la tristeza”), tal vez dos caras de la misma moneda, y frecuenta insistentemente la temática de la muerte y el suicidio.
El poema "Not Waving But Drowning", expresión de la disociación entre la actuación externa, social, del individuo, y su vida interior, con el que abría esta entrada, y que ha sido profusamente antologado, da título también al libro que publicó la autora en 1957, y es un revelador ejemplo de su poética.
La traducción que de este texto ofrece Matías Serra Bradford (La isla tuerta. 49 poetas británicos), aunque no resulta del todo satisfactoria, no está desprovista de ingenio, al intentar reproducir en español su estilo aparentemente ingenuo y lúdico unido a la hiriente incisión que finalmente causan las palabras:
NO SALUDABA, SE AHOGABA
Aunque nadie lo oyera, el finado
desde el fondo se lamentaba:
-Fui más lejos de lo que pensaban,
y no saludaba, me ahogaba.
“Pobre tipo, era un bromista nato,
y ahora está muerto desde hace rato.”
“El agua estaba helada”, comentaron,
“debió de sufrir un infarto.”
-!No, no, no! Pasé frío desde la
infancia,
toda mi vida guardé las distancias
(desde el fondo el finado se
lamentaba).
Y no saludaba, me ahogaba.
2 comentarios:
Nadie lo escuchó, al hombre muerto
Pero aún así, gimiendo, yacía
Fui mucho más lejos de lo que creían
Y no saludaba, sino que me hundía
Siempre amó bromear, el viejo
Que ahora se moría
'El agua debe haber estado demasiado fría...
Colapsó el corazón', decían
'Oh, no, no, siempre hizo demasiado frío'
Gemía el muerto todavía
'Y fui demasiado lejos toda la vida
Y no saludaba, sino que me hundía'
Una traducción, menos inexacta, sin duda, aunque tal vez menos atractiva. Gracias!
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