sábado, 30 de junio de 2012

Va de bichos (I)

Comienzo a publicar hoy una serie de sonetos de Mario Loppo de carácter marcadamente festivo y que forman parte, al parecer, de un juego a tres bandas con otros dos participantes, que reciben el nombre, no sé si real o ficticio de “Rafael” y “Tere”. Parecen, como digo, parte de una conversación sonetística, tanto por el tema constante de la tortuga, explicitado en el segundo poema de la serie, como por las rimas, claramente obligadas, pero no he encontrado constancia siquiera parcial de las probables respuestas de los otros implicados y ni una anotación de Mario. En cuanto al orden, los poemas sí están numerados, y escritos, a mano, en folios distintos.

Como en otros casos, importa menos el valor literario de los textos (su intención lo descarta) que el documento de su misma frivolidad, el contrapunto que constituyen frente a otros escritos “serios” de su autor y que muestran esa (¿calculada?) disparidad de su carácter.

He aquí el primero de ellos:


Me sale qué sé yo como del pecho
un verso que tal vez es un capricho.
En cualquier caso, digo, ya está dicho,
y si lo miro bien, ya he escrito un trecho.

Loco seré si no saco provecho
de esta ocasión y escribo sobre un bicho
que Rafael nombró y que ocupa el nicho:
si ayer fue vida (es ley), hoy es desecho.

Ignoro si era joven, o hembra o macho.
Me importa solo el animal pachucho
perdiendo el brío y menos vivaracho

y mostrando en su rostro paliducho
la hora del fin, igual al populacho
que al ricacho, nos guste poco o mucho.
Mario Loppo

sábado, 9 de junio de 2012

El Programa (I)



Los Rapis son a veces despiadados, pero no tienen la culpa de todo lo que pasa en la República. Al fin y al cabo, fueron los Sapis quienes diseñaron el Programa en todos sus detalles, establecieron los límites, las excepciones y los protocolos de actuación. Los Sapis, a su vez, responsabilizan a los Soris, por su poco interés e implicación en el Programa, aunque desde sectores externos e independientes surgen numerosos interrogantes sobre esta supuesta responsabilidad, porque ¿no son los Sapis quienes otorgan la licencia a los Soris? No faltan tampoco, por otro lado, Soris que endosan el problema a los propios Sosis, e incluso a sus procreadores, entre los que hay muchos Rapis, que a su vez, como todo el mundo, o casi, fueron Sosis en su día, hoy desmovilizados.
            Mientras tanto, el Programa sigue su curso, con ligeras enmiendas que cada nueva generación de Sapis introduce para corregir los errores de la anterior (pero un Sapi siempre es un Sapi), los Soris obedecen normalmente, y los Sosis, ya se sabe, solo esperan obtener la plena ciudadanía de la República para ejercer su derecho a participar en el Programa, si sobreviven a los continuos (aunque tal vez justificados) abusos de los Rapis que, al fin y al cabo, son los únicos que se benefician, como siempre, de la situación.
            Pero no quiero ser polémico sin más. En breve pondré un ejemplo de por qué en este país la educación no funciona.

sábado, 2 de junio de 2012

Gramática

En consideración a sus palabras,
los amantes se vuelven apasionados.
En consideración a los sentimientos de los amantes,
sus palabras se vuelven incomprensibles.
La observación atenta de las combinaciones de estas últimas
despiertan ciertas inquietudes perjudiciales en los primeros.
Las imprecisiones del sentido,
la infidelidades de la sintaxis,
los extractos de las tarjetas de crédito,
las facturas de combustible de estaciones de servicio fuera de la ruta 
        habitual
pueden comprometer algunas convicciones
aunque más compromisos cambian de sujeto cuando se corrige la
        gramática.