Desde que era adolescente he
consentido en el orden de mis ideas la convicción de que no hay dos seres
humanos iguales. Se trata al fin y al cabo de una fe, no exenta tal vez de
cierta dosis de presunción, implantada en todos nosotros por el individualismo romántico,
y que ha evolucionado en los últimos decenios hacia un laborioso oxímoron que
podría formularse como «individualismo social» o «individualismo cooperativo» o,
por dejar cierto margen al optimismo, «individualismo solidario».
Lo que siempre me ha
provocado profundas crisis de fe es otra idea que, una vez corregida la
inocencia adolescente por la experiencia, ha ido creciendo en mí: la
omnipresencia de la idiotez. Bien, admitamos que cada ser humano es distinto,
de acuerdo. Pero, ¿cómo encaja eso con la evidencia de que la idiotez es
siempre la misma, ubicua y tan entrañablemente humana?
Miren, yo de verdad que
quería escribir hoy sobre Roberto Juarroz, cuya poesía he leído con insistente
discontinuidad a lo largo del tiempo, desde que lo descubrí casualmente en mis
años de estudiante universitario –porque en la Universidad no se habla de
Roberto Juarroz, ni apenas de poesía–, y hasta había elegido un poema suyo, uno
de los muchos que me conmueven por su lucidez, su precisión y su ética, que
dominan toda la obra del argentino. Pero al ir a confrontar mis notas con los
apuntes de otros blogueros, esto es, al querer buscar la individualidad del
pensamiento, me he encontrado con la muchedumbre de la idiotez, y no he tenido
más remedio que modificar mis planes.
Pero vamos primero con el
poema:
¿Cómo amar lo
imperfecto,
si escuchamos a
través de las cosas
cómo nos llama lo
perfecto?
¿Cómo alcanzar a
seguir
en la caída o el
fracaso de las cosas
la huella de lo que
no cae ni fracasa?
Quizá debamos aprender
que lo imperfecto
es otra forma de la
perfección:
la forma que la
perfección asume
para poder ser amada.
(Roberto Juarroz,
Poesía Vertical VI – 7)
Y a partir de aquí, la pura
idiotez, que recopilo aquí de manera ni de lejos exhaustiva, reproduciendo siempre
literalmente las citas, con su sintaxis, su ortografía, su majadería. Me
disculparán, eso sí, que no cite a los autores por si alguno, con el tiempo, se
corrige:
-
“Antítesis, oposición y paradoja abunda en su obra, dónde el absurdo y el vacío
no le son ajenas, tal vez como única cosa válida. Poesía Vertical sí, pero penetrando profunda
en todos los lados” (H.P.)
Lástima que en su cabeza no.
-
“Si bien la poesía generalmente tiene como fundamento el cantar y el contar,
Juarroz agrega uno nuevo: el pensar, rompiendo las formas tradicionales.” (Del
mismo H.P.)
Pensar le resulta novedoso.
Ahora se entiende todo.
-
“No me gusta la perfección en casi nada, y menos en las personas, será por que
soy "imperfecta" ?” (C.)
Ya podría ser.
- “que tan perfecto te sientes, para decir que
presumiblemente amas, porque aseguras amar a un ser imperfecto.
primero que tan perfecta te sientes para asegurar que
amas?
se ama sin siquiera saber que imperfeccion tiene la otra
persona, y eso al regalar una sonrisa.
se ama al desinteresadamente ofreces amor a alguien que
en esta inmensa y aglutinada poblacion pasa desapersivido necesitando del
abrazo.
que padre que veamos en todos los seres humanos algo
bueno. porque cuando lo hacemos sin tomar juicio, solo asi podemos asegurar que
nuestra elevacion espiritual va por buen camino.
lo que si se puede hacer sin compromisos, es resaltar que
los demas seres humanos son inferiores al señalarlos como imperfectos que
merecen un abrazo.
y eso no es amar.
todos
buscamos la perfeccion, quien se dice perfecto para amar?” (A.)
La paz sea contigo, hermano.
-
“y si te enamoraste de esa persona ke es perfecta?” (I.)
Pues nada, te jodes y no
puedes leer a Roberto Juarroz.
- “Coincido. Como siempre tiene razón
Don Roberto.” (D.)
Lo siento, señor D., don
Roberto no atiende visitas ni responde agradecimientos desde hace casi veinte
años, que la palmó.
-
“La perfección es puro grupo, sólo es perfecta la naturaleza y mire el moco que
se mandó poniendo cada figurita en este mundo…” (M.)
Con este sí que voy a tener
que coincidir, aunque lo de “puro grupo” no lo pillo.
-
“¡Creo que sí! Así como el caos es una especie de orden supremo. En realidad
hay filtros en todas las cosas que vemos. Por lo que, generalmente, no vemos la
realidad tal cual es. Quizá todo sea perfecto y nosotros no alcancemos a
percibirlo.” (R.)
Tal vez. Y tal vez los Reyes
Magos existen, y los extraterrestres están entre nosotros, y su hada madrina lo
protege a usted de que no le partan la cara cuando dice esas mamarrachadas.
- Y ahora una conversación:
El
I. E. dijo:
5:26
p.m.
“y
que debo hacer? aceptar lo imperfecto? o sentarme a esperar hasta que lo
perfecto llegue? hay perfeccion en mi vida? o la imperfeccion la hace
correctamente digerible? cuanto quilombo que tengo en el bocho, definitivamente
corto el opio. ahora, necesito algo sobre el tiempo, la espera y el dejar venir
lo que tenga que venir; mucha paciencia no tengo, todo lo que quiero esta del
''otro lado'' -solo para entendidos-. salut!”
J. dijo:
5:33 p.m.
“Salut!
No puedo responder a tus preguntas...
Ahora te mando algo loquito sobre la espera pero vas a
terminar matándome.
Paciencia... (¿paz - ciencia?)
Te
quiero.”
Me excusarán los
comentarios.
- Para terminar, una serie
de comentarios de un mismo blog que me hacen pensar que el término «idiota» tal
vez no incluye todas las posibilidades:
“Hola
mi estimada P., hoy entre tú y J. os habéis propuesto que me rompa la cabeza en
entender las palabras ee bueno las palabras las entiendo es el significado del
conjunto que se me resiste. Veamos...” (K., 07 enero, 2011 10:28)
Vamos K., que no es tan
difícil.
“No
conocía a este autor, pero el mensaje parece claro. Es como preguntarse cómo
amar a una mujer o a un hombre "normal" si desde que nacemos la
televisión, la publicidad en la prensa nos bombardean con personas de gran
belleza física, de cuerpos que según el canon son espectaculares. Por qué
alguien que se salga de esos canon ya no resulta atractivo. En este caso,
entiendo la pregunta como una crítica al sistema.
Fácil,
sabiendo que lo perfecto no existe y aprendiendo a amar esas imperfecciones que
pueden resultar encantadoras. O quizá si pensásemos que lo que nos llama, lo
que entra por los ojos no es realmente lo perfecto, que esa caída de las cosas
es parte de su modo de ser y de existir, y por tanto, de su perfección,
avanzaríamos bastante en este asunto. Como dice Roberto de forma muy bella.”
(M., 07 enero, 2011 12:26)
Bueno, otro que no sabe
quién es ni dónde está el amigo “Roberto” (seguro que se imagina que es un blogger con un taller de autoayuda).
Pero lo mejor es su lectura del texto de Juarroz como una crítica al sistema,
buenísimo.
“¿Quien
cataloga lo que es o deja de ser considerado como "defecto"? Lo que
para ti resulte aborrecible, molesto o despreciable a mí puede parecerme la
manía más encantadora del mundo... y viceversa.” (A. B., 07 enero, 2011 14:56)
Gran verdad. Tiene un novio
muy feo pero es maja esta chica...
“En
la vida no hay nada perfecto. No hay cosas perfectas, no hay situaciones
perfectas, no hay cuadros ni canciones perfectas, no hay gente perfecta; no
existe el príncipe azul perfecto que le gustaría a todas las mujeres del
planeta sin excepción (o la princesa perfecta para todos los hombres, claro).”
(D. B., 07 enero, 2011 15:13)
Esto me trae a la memoria
una anécdota de la Universidad, quién sabe si no sería a propósito del mismo
poema: un compañero de clase, que salía con otra compañera no muy agraciada,
declaró que todos los hombres querrían salir con una tía buena (no recuerdo los
términos precisos de su exposición) pero que tenían que conformarse con lo que
tenían. No rompieron. Se casaron. Tienen hijos. Son felices. ¡Maravillosos
seres humanos!