Los Rapis son a veces despiadados,
pero no tienen la culpa de todo lo que pasa en la República. Al fin y al cabo,
fueron los Sapis quienes diseñaron el Programa en todos sus detalles,
establecieron los límites, las excepciones y los protocolos de actuación. Los
Sapis, a su vez, responsabilizan a los Soris, por su poco interés e implicación
en el Programa, aunque desde sectores externos e independientes surgen
numerosos interrogantes sobre esta supuesta responsabilidad, porque ¿no son los
Sapis quienes otorgan la licencia a los Soris? No faltan tampoco, por otro
lado, Soris que endosan el problema a los propios Sosis, e incluso a sus
procreadores, entre los que hay muchos Rapis, que a su vez, como todo el mundo,
o casi, fueron Sosis en su día, hoy desmovilizados.
Mientras
tanto, el Programa sigue su curso, con ligeras enmiendas que cada nueva
generación de Sapis introduce para corregir los errores de la anterior (pero un
Sapi siempre es un Sapi), los Soris obedecen normalmente, y los Sosis, ya se
sabe, solo esperan obtener la plena ciudadanía de la República para ejercer su
derecho a participar en el Programa, si sobreviven a los continuos (aunque tal
vez justificados) abusos de los Rapis que, al fin y al cabo, son los únicos que
se benefician, como siempre, de la situación.
Pero no quiero ser polémico sin más. En breve pondré un
ejemplo de por qué en este país la educación no funciona.
1 comentario:
La vieja historia de siempre, o los mismos perros con distintos collares. Pero es de agradecer que alguien tenga el coraje de decirlo.
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