jueves, 5 de mayo de 2011

Ernesto Sabato


Sobre héroes y tumbas

Corro el riesgo de que este blog acabe convirtiéndose en una página de necrológicas pero, a los pocos días de la desaparición de Gonzalo Rojas, el casi centenario Ernesto Sabato ha desestimado seguir con nosotros.
La verdad es que a mí Sabato nunca llegó a apasionarme como novelista, pese a ser consciente de sus enormes habilidades narrativas, cómo no reconocérselas. Me gustó mucho más como ensayista, por ejemplo en sus memorables Hombres y engranajes o en Heterodoxia. Lo que sí tengo que admitir es la secreta (que ahora deja de serlo) admiración por haber conseguido algo en que tantos han fracasado o han hecho el ridículo, la construcción de una obra literaria cuyo "compromiso" no perjudica a la literatura (ni al compromiso), como suele pasar.
Nada más. Valgan estas breves líneas como modesto homenaje y el pretexto del homenaje como excusa para no hablar de literatura. Eso lo dejo para otras necrológicas, como la de Bin Laden, para cuya retórica son tal vez necesarias habilidades (laberintos, retruécanos y emblemas) más idóneas que las mías.

No hay comentarios: