Me encanta Gelman. Vuelvo a
sus versos (que son muchos) una y otra vez, y no me canso. Tiene un no sé qué
de muy argentino, muy porteño y algo también de muy antiguo que viene yo no sé,
de España y más allá, de muchos sitios. Y me gusta también porque no es el
típico poeta “poético” que habla de cosas alejadas de la experiencia común, de
boludeces que solo gustan a otros poetas. Dice cosas como las diría cualquier
otro, aunque así como él las dice, solo él sabe decirlas.
Aquí pongo un poema suyo ya
de años, de Gotán (1962), sacado de
su propia bitácora:
Gotán
Esa mujer se parecía
a la palabra nunca,
desde la nuca le
subía un encanto particular,
una especie de olvido
donde guardar los ojos,
esa mujer se me
instalaba en el costado izquierdo.
Atención atención yo
gritaba atención
pero ella invadía
como el amor, como la noche,
las últimas señales
que hice para el otoño
se acostaron
tranquilas bajo el oleaje de sus manos.
Dentro de mí
estallaron ruidos secos,
caían a pedazos la
furia, la tristeza,
la señora llovía
dulcemente
sobre mis huesos
parados en la soledad.
Cuando se fue yo tiritaba
como un condenado,
con un cuchillo
brusco me maté
voy a pasar toda la
muerte tendido con su nombre,
él moverá mi boca por
la última vez.
Foto:
http://www.elmundo.es
1 comentario:
Qué bonito
Publicar un comentario