domingo, 7 de octubre de 2012

Va de bichos (y VII)

Por fin, una vez descubierto el texto “perdido” de “Tere”, que reproduje aquí hace solo unos días, puedo al fin publicar el último texto de esta curiosa correspondencia entre tres interlocutores, Mario Loppo, “Rafael” y “Tere”, en torno a una tortuga de este último. Creo que el poema que hoy transcribo aquí, de nuevo un soneto al parecer también con rimas forzadas, cierra la serie, si no aparecen nuevos textos. Desde luego, se trata sin duda del último con respecto a los precedentes por sus más o menos evidentes alusiones a la discusión entre el individuo y la especie, a las lampyridae antes mencionadas por “Tere” o a las paradojas eleáticas.
De cualquier forma, acabado el “juego”, me queda un regusto amargo de autenticidad. Rafael y Tere pueden ser nombres fingidos, pero sin duda existen. Mario Loppo o Màrius Llop, fuese quien realmente fuese, existió, y tal vez aún exista. La tortuga de Rafael existió o no pero ambas posibilidades excluyen su supervivencia. Lo que quiero decir, como mi querido poeta gallego Xulio L. Valcárcel, es que «Para o día e para ti, a noite avanza» y que, para la eternidad, hablar de ayer o de mañana o nunca en relación a nuestras cortas vidas es lo mismo.




No una indistinta bestia ni cualquier
esencia sin porqué, no cucaracha
ni alimaña escondida en su covacha:
otra ha de ser la especie y el ujier

que vele este misterio: una luciér-
naga vuele tal vez con rara facha,
premonitoria, aciaga como un hacha,
o incluso mil acechen por doquier.

No el raudo Aquiles vence, y apechuga.
Jamás llega a la fruta aquella flecha
de Zenón, y se pudre, indemne y pocha.

Y esa noche que Tere centrifuga
con su luna sin luego y sin derecha,
por siempre tu tortuga ya trasnocha.
Mario Loppo

5 comentarios:

Rafael dijo...

Amigo Ramón,

Observo que das por concluido este singular diálogo poético sin haber publicado una aportación de mi puño y letra cuyo único mérito, acaso, radique en que se trata de una respuesta mas o menos coloquial al soneto del Sr. Loppo, cuyo último verso rezaba:

" "Trucha" se llamará, pues fue antes bicha "

El soneto precedería al que da por finalizada la serie; sería, por tanto, el penúltimo. Espero que el Sr. Ramón recuerde al leerlo, que sostuvo entre sus manos la cuartilla que le remití con el siguiente contenido:

"Si he comprendido bien, lo que atesora]
la helénica coraza en su diseño,
son compases escritos con empeño
sobre un caparazón que el alba dora.]

Y aunque la interesante y seductora]
conjetura se deba a un turbio ensueño]
o acaso mi intelecto, tan pequeño,
confunda este discurso en triste hora,]

quiero entender que el animal difunto]
fue tortuga y es trucha y se libera]
su espíritu feraz en contrapunto

de voces circulando en alta esfera.]
¿será la muerte pues -yo me pregunto -]
el canto de una bestia cualesquiera?] "

Ramón Sanz dijo...

Lo recuerdo perfectamente, querido Rafael, pero no le había dado mayor crédito que el que se da a las tarjetas de Navidad que recibimos a veces de personas muy ancianas y que sabemos que en realidad no son una felicitación sino una fe de vida.
Excluyendo la circunstancia de la Navidad, para la que todavía queda un tiempo y tu propia edad, que conjeturo aún muy alejada de la ancianidad, no me quedaba nada en qué creer. Así que pensé que se trataba de la broma de algún amigo o desocupado lector.
Ahora, al leer tu comentario aquí y volver al soneto (que sí, ya tengo por seguro que es de tu autoría) que me enviaste, se desvanecen mis dudas tanto como crece mi preocupación. Tal vez se trata solo de una reconstrucción hipotética de los hechos por tu parte, pero tu intuición de cómo -cito textualmente, con los cambios pronominales oportunos- "sostuve entre mis manos la cuartilla que me remitiste" me hace pensar en dotes de clarividencia o en una vigilancia furtiva, y no sé qué es lo que más me desconcierta.
Por otro lado, me hablabas de una última corrección. ¿Sigue en pie tu propósito o lo publico tal y como está?
No quiero ni imaginar de qué manera puede llegarme esa hipotética versión definitiva...

Anónimo dijo...

No ha sido mi intención interferir en la administración y gestión del tema "va de bichos" en lo que se refiere a la aportación de material y esclarecimiento de incógnitas, así como su clausura. Temo, sin embargo, que me he excedido en mi papel de mero comentador. Mis mas sinceras disculpas, amigo Ramón, si he transitado un terreno que no me correspondía.
En cuanto a "... me hablabas de una última corrección...", no sé a qué te refieres. ¿En qué momento fue eso?

Ramón Sanz dijo...

Querido Rafael (si es que el último comentario no se trata de una suplantación, ya que no aparece firmado), mi desconcierto crece con cada una de tus palabras. En la cuartilla que me remitiste con tu último soneto hablabas de esa corrección. También, en la misma nota, incluías una dirección de correo electrónico, que es la que utilicé para dirigirme a ti hace tan solo unos días, recordándote esa intención insinuada por ti de realizar una última corrección.

Ramón Sanz dijo...

Y, perdón por el momentáneo olvido, claro que no me molestan tus intervenciones. De ninguna manera; antes al contrario. Me han servido para esclarecer muchos aspectos acerca de esta serie de sonetos y sobre otros aspectos también, que pronto estaré en condiciones de hacer públicos.